Así quedó el hospital.
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Bombardeo a hospital de Mariúpol es "la prueba final del genocidio": Ucrania

Pronunciamiento del presidente Volodímir Zelenski.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cree que el bombardeo ruso de la maternidad de un hospital de la ciudad de Mariúpol, que dejó tres muertos, es "la prueba final del genocidio" que se está cometiendo contra los ucranianos.

En un mensaje de video publicado esta noche que recoge la agencia Interfax-Ukraine, el presidente ucraniano también pidió a los socios de la Unión Europea que refuercen las sanciones contra Rusia para poner fin a la guerra.

"Las bombas rusas cayeron sobre un hospital y un hospital de maternidad en Mariupol. El hospital de niños. ¡El hospital de maternidad que estaba en funcionamiento! Los edificios están destruidos", dijo Zelenski al describir el bombardeo sobre ese centro sanitario ordenado ayer por los rusos.

"Hasta el momento, 17 personas están heridas. Se están limpiando los escombros. La gente se refugió cuando sonaron las sirenas antiaéreas. Los invasores rusos están lanzando bombas sobre nuestras ciudades ucranianas", agregó el líder ucraniano.

Zelenski se pregunta qué daño o qué tipo de amenaza supone un hospital para Rusia: "¿Qué clase de país es este? Rusia, que tiene miedo de hospitales, tiene miedo de los hospitales de maternidad y los destruye?", insiste.

Calificó este bombardeo como "una atrocidad en Mariúpol, un acto terrible, incluso peor que una atrocidad".

"Bombardear el hospital de maternidad es la prueba final, la prueba de que se está produciendo un genocidio de ucranianos. ¡Europeos! No pueden decir que no vieron lo que les sucedió a los ucranianos en Mariupol", espetó Zelenski en su video.

Tras este suceso, en su opinión, deben fortalecerse "las sanciones contra Rusia para que ya no tenga ninguna oportunidad de continuar con este genocidio. (Europa) Debe presionar a Rusia para que se siente a la mesa de negociaciones y termine esta guerra brutal”.

Mariupol, una ciudad al sureste de Ucrania de unos 500.000 mil habitantes, es una de las urbes que más está sufriendo los ataques y el asedio de las tropas rusas desde que empezaron la invasión del país el pasado 24 de febrero.

Unos 1.300 habitantes de esa ciudad han muerto por bombardeos y ataques desde el comienzo de la invasión hace dos semanas, según el vicealcalde de la urbe, Piotr Andriúschenko.

Putin tendrá que responder por bombardeos

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, acusó este jueves a Rusia de haberse embarcado en una estrategia de bombardeo sistemático de las ciudades ucranianas, es decir a los civiles, ante el fracaso de la guerra relámpago, y afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, tendrá que responder por esos hechos.

"Los rusos están bombardeando sistemáticamente las ciudades ucranianas", algo que su Ejército "sabe hacer bien" como lo prueba su actuación pasada en Alepo, en Siria, o en Grozni, en Chechenia, denunció Borrell en una entrevista en la emisora France Info.

Preguntado sobre si considera que hay voluntad de Moscú de atacar a los civiles, y por tanto si se puede considerar que comete crímenes de guerra, respondió que los rusos "bombardean sistemáticamente las ciudades (...) allí donde viven los civiles".

"No buscan objetivos militares" -añadió- porque no son capaces de vencer la resistencia de las tropas ucranianas.

Y a la cuestión de si Putin tendrá que responder de esos actos, Borrell dijo: "eso creo, sí". Aunque reconoció no saber qué forma tomará eso, recordó que la Corte Penal Internacional ha empezado a investigar posibles crímenes de guerra.

El jefe de la diplomacia europea, que se encuentra en Versalles donde esta tarde comienza una cumbre de los Veintisiete, explicó que uno de los temas que abordarán los jefes de Estado y de Gobierno será el mantenimiento o no de las compras de gas y petróleo ruso.

Ante el embargo decretado por Estados Unidos a los hidrocarburos rusos, señaló que para Washington "no es demasiado difícil" en la medida en que apenas compra crudo de Rusia, mientras los europeos "importamos mucho petróleo ruso y todavía más gas".

Pero hizo hincapié en que la UE ya está aplicando varios trenes de sanciones contra Rusia, el último anunciado este miércoles, y esas sanciones hacen "mal" a la economía rusa.

Borrell reiteró que la Unión Europea como tal no enviará a Ucrania cazas como pide su presidente, Volodímir Zelenski, aunque algún Estado miembro por su cuenta podría hacerlo.

En cualquier caso, reiteró que se seguirán enviando equipamientos militares para el Ejército ucraniano: "Hay que ayudar a Ucrania, pero hay que evitar la escalada".

6.000 soldados rusos han muerto en Ucrania

Estados Unidos calcula que hasta 6.000 soldados rusos, y un máximo de 4.000 ucranianos, pueden haber muerto en las dos primeras semanas de invasión de Ucrania, aseguró este miércoles una fuente oficial a la cadena televisiva CBS News.

La cifra de bajas en las filas de Rusia es muy superior a la que proporcionó apenas este martes el director de Inteligencia del Pentágono, general Scott Berrier, quien habló de entre 2.000 y 4.000 militares rusos fallecidos en combate, durante una audiencia ante el Congreso estadounidense.

Sin embargo, el funcionario citado por CBS News, que pidió el anonimato, advirtió de que es difícil calcular la cifra de muertos en tiempo real, y que es posible que el número real ronde los 3.500, muchos menos que 6.000.

"(Es una cifra de víctimas) muy, muy significativa", afirmó el funcionario, que la comparó con las vidas perdidas en algunas batallas de la Segunda Guerra Mundial.

Estados Unidos calcula que entre 2.000 y 4.000 soldados ucranianos han muerto en el mismo periodo, junto con cientos de civiles en el país, según la misma fuente.

Rusia ha reconocido hasta el momento unas 500 bajas militares en la campaña de Ucrania, mientras que el Gobierno ucraniano cifra los soldados rusos muertos en más de 11.000, casi el doble de los calculados por Estados Unidos.

Dos semanas después del inicio de la invasión rusa, más de 2,15 millones de ucranianos han huido ya de su país, principalmente hacia Polonia y Hungría.

Hasta el 7 de marzo, se ha podido verificar y documentar que 474 personas han muerto en los ataques, entre ellos 29 niños; y un total de 861 han sido heridas, entre las cuales se encuentran 44 menores, según el último recuento de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

No obstante, las cifras reales de heridos y muertos son seguramente más altas, dado que las informaciones llegan con dificultades, especialmente de ciudades como Mariúpol, Volnovaja y Izium, donde los combates arrecian y se habla de cientos de víctimas más.

EFE

 

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